¿Qué es la psicomotricidad vivenciada, relacional?
Cuando yo estudié me hablaron de un tipo de psicomotricidad,
en esta, el adulto se planteaba unos objetivos y con unos materiales montaba un
circuito que respondiera a estos. Una vez los niños estaban en la sala, iban
pasando uno por uno y en orden por este circuito, daba igual si había niños que
sabían saltar como si no, si había niños que hacía un mes que daban la
voltereta como si algunos todavía no estaban preparados para ello, el circuito
era el mismo para todos y surgía de las necesidades e intereses del adulto. Para
mí, aquí había motricidad pero no psicomotricidad.
Poco a poco comencé a oír hablar de otro tipo de
psicomotricidad “vivenciada” en la que también había una sala, unos materiales
prácticamente idénticos pero ya no había un circuito ni un orden, sino que los
niños se movían como querían, por donde querían, jugaban libremente… Me
interesó saber más sobre ella y realicé unos seminarios de especialización en
este otro tipo de psicomotricidad, y realmente me quedé con ganas de más, así
que como quería seguir aprendiendo, decidí formarme en ella y en este momento estoy
realizando el máster para ser psicomotricista.
Me parece un mundo apasionante y muy complejo así que os voy
a intentar transmitir qué es para mí la psicomotricidad relacional o vivenciada
por si os anima a indagar un poco más sobre el tema.
La psicomotricidad vivenciada nace en los años 70 de la mano
de Lapierre y Aucouturier, estos autores consideran al niño desde el nacimiento hasta los 7 u 8 años como
una GLOBALIDAD, el niño no se puede
parcelar en áreas, sino que lo motriz,
lo cognitivo y lo afectivo está unido.
En una sesión de
psicomotricidad se propone al niño un espacio
(la sala de psicomotricidad), un tiempo
y unos objetos (principalmente módulos de goma espuma de grandes dimensiones) para
que se exprese psicomotrizmente, de forma espontánea según sus deseos, necesidades,
intereses, ritmos… El adulto no impone nada ni dirige, el niño es libre de
elegir sus actos porque esos actos con los que verdaderamente tienen un
significado para él. Se acepta pues la individualidad.
ejemplo de sala de psicomotricidad, imagen de Felices Jugando http://felicesjugando.com |
En esta sala, el niño que es un ser único y global, descubre primero su cuerpo (con sus posibilidades y limitaciones…) más adelante descubre los objetos, el espacio y el tiempo y después descubre a los otros (se desarrolla la parte social y afectiva).
Este tipo de psicomotricidad permite pues avanzar desde lo sensoriomotor hacia el simbólico
y más adelante hacia la distanciación, lo cognitivo,
la representación. De hecho, esta suele ser la evolución del niño dentro de la
sala, incluso dentro de una misma sesión: comienza la sesión con mucho
movimiento: subir, bajar… poco a poco su juego que era por puro placer
sensoriomotor se va volviendo simbólico: creando historias, personajes y
después pueden pasar a lo cognitivo, a la representación: por medio de
construcciones, pintura, modelado… pasando así de la vivencia emocional a la
representación cognitiva.
¿Y qué hace el
psicomotricista?
Por un lado observa,
esta observación le permite conocer dónde está cada niño en su desarrollo, ya
que cada niño es diferente, tiene necesidades y ritmos diferentes, pero la
secuencia es la misma. Así puede ofrecerle una respuesta individualizada.
Aporta seguridad
al niño, tanto como base de referencia como creando un ambiente seguro en el
que el niño pueda explorar por la sala sin peligros, así el niño puede subir,
bajar, saltar, gritar, desequilibrarse… para que libere y agote su placer sensoriomotor
(y poder por lo tanto evolucionar).
Está por lo tanto a la escucha, analiza el discurso de cada
niño, lo respeta, para darle una respuesta
y ayudarlo a evolucionar ¿cómo? De forma indirecta, modificando el espacio… No lo
hace de forma dirigida ni diciéndole lo que tiene que hacer, sino poniendo al
alcance del niño lo que necesita para seguir evolucionando, pero es el niño el
que decide si tomarlo o no.
“el estar disponible, el saber
esperar y no pretender, en un alarde de aparente eficacia, que es la proyección
de la ansiedad pedagógica, precipitar una evolución que requiere un tiempo
suficientemente largo de integración para permitir el investimiento y la
superación progresivas del placer ligado a cada etapa.” Lapierre y
Aucouturier
Por lo tanto, a través del movimiento y del juego libre, el niño accede a la comunicación, más
tarde a la creación y finalmente a la formación del pensamiento operatorio.
En la sala descubren su cuerpo y sus posibilidades, los
objetos y sus características lo que le permite vivenciar sus primeros
aprendizajes, descubre que algo es grande, pequeño, si está dentro, fuera,
arriba, abajo, pesado, ligero…
“cada
persona sólo puede aprender si aquello que experimenta puede hacerlo suyo,
explorarlo y manipularlo, sentirlo e integrarlo en su ser personal.” Arnáiz
También descubren a los otros, como compañeros para
compartir juegos y también aparecen los conflictos, se aprende a manejarlos,
desarrollando toda la parte social y afectiva. Aparece continuamente y se
respeta la EMOCIÓN (lo que está viviendo, su historia afectiva…)
Además se adquieren
pre requisitos para el aprendizaje
escolar:
-La estructuración del espacio y del tiempo a partir de las
vivencias de su propio cuerpo.
-Jugando aprende las características del mundo.
“cuando nos encontramos a un niño en
clase que no puede acceder a un determinado aprendizaje por una vía, podrá
superar esa dificultad si antes se le han proporcionado caminos diferentes a
los cuales podía optar para llegar a una conquista.” C. Pascual
-Toma conciencia de sus posibilidades y limitaciones.
-Aprende y vivencia conceptos.
“Con objetos de grandes dimensiones
que él puede vivenciar con todo su cuerpo y no solamente con las puntas de los
dedos.” Arnáiz.
-Lectoescritura
“En el aprendizaje de la
lectoescritura, por ejemplo, el niño ha de tener una vivencia corporal que le
permita tener los apoyos necesarios para este aprendizaje. (…) La mano
expresará aquello que el niño haya podido experimentar con su cuerpo (…) los
límites del papel irán siendo aceptados en la medida en que el niño vaya
pudiendo elaborar sus límites corporales tanto interiores como exteriores.”
C. Pascual
“Cuando la exploración no ha sido
amplia y no se ha permitido al niño que su cuerpo pueda buscar los objetos,
trasladarlos, colocarlos, y formar estructuras con ellos, es muy difícil
centrar la percepción. Es necesario experimentar movimientos de distintas
amplitudes, reconocer contornos, las distancias y los extremos. Todo esto lleva
a registrar elementos que para la lectoescritura o el dibujo son imprescindibles.
El manejo de la mano viene de la superación de otros movimientos, pero también
del acoplamiento y dominio de los órganos a los que afecta.”
C.Pascual
-Cálculo…
Esta práctica no parcela la educación, respeta la globalidad
y le hace madurar a nivel tónico y afectivo.
Aquí es donde yo he encontrado la verdadera psicomotridad,
porque realmente se tiene en cuenta lo PSICO (emociones, social, afectivo,
cognitivo…) y lo MOTRIZ (movimiento, sus posibilidades…) y cómo una no puede
ser sin la otra.
“Las dificultades de aprendizaje y de
conducta son producto de un mal estar consigo mismo, de un sufrimiento que hay
que conocer. Sería conveniente que pudiera expresarse con el cuerpo, pero
suelen ser cuerpo muy inhibidos, reprimidos, inseguros, no aceptados por los
otros ni por ellos mismos al no conocer sus posibilidades corporales porque,
probablemente, no ha existido exploración.” C. Pascual
“La sala de
psicomotricidad es el lugar privilegiado para el niño ya que en ella suceden
cosas importantes para él. Es un lugar en el que el niño resuelve sus
problemas, en donde puede manifestarse como es sin ser rechazado, en
definitiva, es donde vive con plenitud su expresividad psicomotriz, lo cual le
produce una gran satisfacción y felicidad.” Arnáiz.
Laura Estremera
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Para más información…
Aucouturier, B; Lapierre, A. (1985) Simbología del
movimiento. Científico – medica. Madrid.
Arnáiz, P. (1988) Fundamentación de la práctica psicomotriz
de B. Aucouturier. Seco Olea
Pascual, C. (2011) Identidad y autonomía: práctica
psicomotriz, Metodología Psicopraxis. La casita de Paz. Zamora
Bernaldo de Quirós, M. (2006) Manual de psicomotricidad.
Pirámide.