Pintamos con plantas

Con el material recogido, decoramos el jarrón de nuestra
mesa de estación y preparé una pequeña “provocación”, se preparó un espacio con
las plantas, papel de mural, botes vacíos de diferentes tamaños, pintura y también unos pinceles preparados con las ramas.
Una de las características de este tipo de actividad es que
el adulto no sugiere lo que hay que hacer, no dirige, no hace de modelo…
observa y les da la seguridad afectiva necesaria para que los niños puedan
explorar.
Descubrir qué les sugiere o qué les invita a hacer la
propuesta es muy emocionante porque su visión y mi visión, en ocasiones difieren
y aprendo mucho de ellos.
En este caso, se dedicaron a pintar con las plantas, mojar
las plantas y observar cómo chorreaba el agua, golpear contra el papel y
descubrir que salpicada e incluso se les mojaba la cara, mezclar los colores,
verter los restos de pintura de un bote a otro, meter las plantas en los botes,
deshojarlas…
¿Qué trabajaron?
La motricidad fina al deshojar las ramas
La coordinación óculo manual al pintar, al meter las ramas
en los botes, al hacer trasvases…
Pintaron haciendo uso de grandes movimientos musculares, al
pintar golpeando con las ramas el movimiento se dirigía desde el hombro,
importante si tenemos en cuenta la ley del desarrollo próximo distal en la que
el niño perfecciona el movimiento de dentro hacia afuera de su cuerpo.
La parte sensorial: olor, textura…
La creatividad
El lenguaje y conceptos básicos: al comparar, seleccionar…
“esta es larga”, “son iguales”, “aquí hay mucho”…
…
Este tipo de actividad permite trabajar varios aspectos al
tiempo que se le permite al niño expresarse de una forma creativa. Una misma
actividad que se ajusta a las diferentes necesidades e intereses de cada niño.
Laura Estremera
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