El cesto de los tesoros

El cesto de los tesoros, panera de los tesoros, treasure basket, es una propuesta de juego de Elinor Goldschmied (1981) para niños a partir de los 6 meses aproximadamente (según su creadora, es un requisito que se mantengan sentados, pero recordar que un niño no se sienta por sí mismo hasta los 8 o 9 meses aproximadamente y que no es adecuado sentar a los bebés antes de que lo hagan por sí mismos, ni hacerlo por medio de aparatos, cojines para sostenerlos... si queréis más información sobre este tema, podéis leer aquí) consiste en una cesta baja, una panera… En la que en vez de juguetes colocamos objetos cotidianos, naturales… para que los bebés experimenten a su antojo. Deben de ser unos 60 objetos de diferentes materiales: madera, metal, tela... evitando en la medida de lo posible el plástico ya que están acostumbrados a este porque es el material principal del resto de los objetos de un bebé (esta cantidad de objetos es para varios niños)
La idea es que el bebé se siente junto al cesto, manipule los objetos por sí mismo, descubra las cualidades de las cosas, desarrolle la coordinación ojo-mano-boca y experimente a través de todos sus sentidos (recordar que el bebé en esta etapa se encuentra en el periodo sensoriomotor) los chupe, los toque, los golpee, los lance, los mire, los huela…

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¿Qué podemos introducir en el cesto?
Cualquier cosa siempre que no sea peligrosa para el niño, es decir, que no sea tóxico (ya que lo va a chupar) que no pinche, que no tenga aristas cortantes ni puntas muy salientes que se pueda clavar, que no se desprendan partes…
Por ejemplo, podemos introducir: piedras, caracolas de mar, esponja natural, manzanas, naranjas, limones, castañuelas, cucharas de madera, pinzas, carracas, cajas pequeñas, pelotas de lana, flauta de caña, cepillo de uñas, de limpiar los zapatos, brocha de maquillaje, cucharas de metal, moldes de galletas, juegos de llaves, armónica, campanas, latas cerradas con legumbres dentro, maracas, funda gafas, monedero de piel, bolsas con hierbas aromáticas, tubos de cartón, mortero, tapa de sartén, flanera…

Los objetos se pueden ir cambiando gradualmente de forma que los nuevos despierten su interés y los viejos le sirvan de referencia.

También se pueden hacer cestas temáticas, por colores, de frutas…

Esta propuesta de juego encaja con la filosofía Montessori con la parte sensorial, de hecho, mucha gente lo denomina “cesto de los tesoros de Montessori” yo creo que es debido a que se nombra en el libro de Tim Seldin “Cómo obtener lo mejor de tus hijos” (libro muy interesante pero descatalogado).

A continuación os dejo con algunos ejemplos de cestos de los tesoros que he encontrado en internet:




De objetos de color azul



                                                                                                                                                                            
Esta propuesta de juego se utiliza hasta que los niños empiezan a andar, después, se pasa al juego heurístico.

Os recomiendo un libro para conocer más del tema



"Elionor Goldschmied [...] Sabe muy bien que, por naturaleza, los pequeños actúan y juegan con todo lo que está a su alcance, y que, a veces, su necesidad de curiosearlo todo desborda la resistencia del adulto; pero sabe también que este aparente exceso de actividad es necesario para la formación del niño y que, desgraciadamente con demasiada frecuencia hay adultos poco preparados que empobrecen la actividad de los pequeños, prohibiéndosela, proporcionándoles objetos poco adecuados o negándoles la oportunidad de estar en contacto con todo aquello que les es necesario para su desarrollo." Tere Majem y Pepa Òdena


Laura Estremera
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Puedes descargarte mi libro CRIANDO pinchando aquí, en el que también hablo del  cesto de los tesoros.